Para Robert Pattinson, caminar por el vestíbulo de un hotel no es algo simple. Va rodeado por todas partes de un cortejo de publicistas y funcionarios cuyo trabajo es mantener a raya a sus apasionadas fans.
No obstante, siempre hay alguna chica que, pese a todas las posibilidades, logra cruzar el cordón de seguridad.
Hoy, en un hotel de Los Ángeles, fue una valiente rubia de doce años la que se llevó la mano al corazón al ver el característico peinado profesional de Pattinson y se paró en seco, como el proverbial venado deslumbrado por las luces de un auto.
"Es él," dijo en un jadeo. "Oh, Dios mío." Los publicistas querían seguir avanzando pero Pattinson se detuvo, obligando a todos los demás a detenerse también. Pasando por alto las exclamaciones sobre la cita para la cual ya iba retrasado, se volvió hacia a la muchacha. Le dedicó una sonrisa totalmente eléctrica y una inclinación de cabeza y después siguió su camino. "Ya me puedo morir hoy mismo," exclamó la chica. ''¡Edward Cullen me sonrió!''
En realidad fue Pattinson, que simplemente interpreta a Cullen, el vampiro con corazón en las películas "Twilight," pero los dos parecen tener el mismo efecto en sus admiradoras de todo el mundo, la mayoría no más grandes que la que lo vio en el vestíbulo.
Al prepararse para la entrevista, vestido informalmente con chaqueta de cuero negra, camisa roja a cuadros y pantalones vaqueros, Pattinson parece cómodo bajo el brillo que lo ha rodeado desde el estreno de "Twilight" (2008). Incluso puede ver las cosas con sentido del humor. Por ejemplo, se apresura a refutar el concepto general de que ninguna de sus admiradoras está más allá de la escuela secundaria.
"Recuerdo a una mujer que se me abalanzó en un aeropuerto y me arrinconó para confesarme su amor verdadero y eterno," dice Pattinson. ``Le pregunté cuántos años tenía, pues se me hizo raro. La mujer me dijo que tenía 92 años. "Y me dijo lo mismo que me dijo la chica de 12 años." El actor, de 23 años, suelta una risa.
"Hace poco, una revista publicó en la portada que yo estaba embarazado," agrega. "La nota estaba escrita con un dejo de ironía. Ni siquiera supe qué pensar de eso. No llegaba ni siquiera al nivel de libelo."
Quizá se deba a que se quedan sin más que decir acerca de Pattinson, de quien se ha analizado hasta el último matiz en periódicos, revistas y en Internet. No es de extrañar que trate de limitar su exposición ante los medios, temiendo que ya esté sobreexpuesto.
"Es hasta arriesgado conceder entrevistas," explica. "Trato de limitar su número porque nadie es tan interesante. Nunca he luchado en ningún sentido interesante. Y he tenido que dejar de menospreciarme a mí mismo, pues si no, la gente diría que soy un idiota."
Muy bien, pero entonces, si él no es ningún idiota y tampoco es Edward Cullen, ¿quién es Robert Pattinson en la vida real?
"La verdad no sé quién soy," admite el actor. "Pero espero que la gente no me encasille." "A decir verdad, no he hecho muchas cosas románticas en la vida," asegura Pattinson. "Me preguntan qué me pasa por la cabeza cuando hago escenas de amor en el cine. Yo quiero que sean hermosas para todos, tanto para las mujeres como para los hombres."
¿Los hombres?
"Pienso que también los hombres aprecian el romance," dice el actor en su defensa. '`He visto `Titanic' (1997) varias veces y no creo que sea una película para chicas. Solamente un tipo del todo idiota pensaría eso de 'Titanic.' Así que no hago películas pensando que estoy en una serie de cintas para mujeres. "Lo que yo hago no es sólo entretenimiento para adolescentes en la pantalla grande."
Aun así, será incontable el número de damitas que se pondrán felices de saber que Pattinson ya concluyó la filmación de "The Twilight Saga: Eclipse," que se estrenará el 30 de junio. Fue fácil volver a ponerse en los zapatos de Edward, dice, pues las películas de la serie "Twilight" se han rodado una después de otra. "Creo que es inevitable que uno se vaya sintiendo más cómodo dentro de un papel," afirma. "También nos volvemos más protectores de ese personaje."
Si bien se apresura a hacer énfasis en que él no es Edward Cullen, Pattinson admite que hay algunas semejanzas.
"Soy terco como Edward en cierto sentido," revela. "Él es bastante petulante. Yo puedo ser bastante posesivo y obsesivo. Soy así respecto de mi privacidad." Pattinson sonríe.
"También tengo ideas muy específicas acerca de cómo quiero hacer mi trabajo y cómo quiero ser percibido, a veces al grado de caer en lo ridículo," agrega. ``No escucho a nadie más. No tengo a un publicista de planta ... no podría resistir que alguien tratara de decirme lo que tengo que hacer. "Me gusta ser meticuloso," concluye Pattinson, "y es bastante difícil para un actor tener ese tipo de control. Eso es una cosa genial de la serie de 'Twilight': me da mucho control."
Y también mucho trabajo: Pattinson admite que, entre las películas de "Twilight" - él pasará este año filmando las dos partes del final, "The Twilight Saga: Breaking Dawn" - y "Remember Me," él ha estado demasiado agotado para disfrutar su celebridad.
"He tenido tres días libres desde el 14 de enero del año pasado," precisa, "así que no he tenido mucho tiempo para concentrarme en lo demás. Y estaré filmando todo este año."
Ha sido una trayectoria de locura para Pattinson, que antes de "Twilight" sólo era conocido por haber interpretado a Cedric Diggory, el concursante por la copa Triwizard que es asesinado en "Harry Potter and the Goblet of Fire" (2003), y por sus papeles en las poco vistas películas "Ring of the Nibelungs" (2004) y "Little Ashes" (2008), en la que interpretó a Salvador Dalí.
Sin embargo, desde que superó a más de tres mil actores y obtuvo el papel de Edward Cullen, cada uno de sus movimientos ha estado bajo el escrutinio de sus legiones de admiradoras, que saben que, en su tiempo libre, Pattinson compone música y toca la guitarra y el piano.
Muchas también piensan, por haber leído los tabloides, que fuera del escenario le susurra cosas dulces al oído a su pareja en "Twilight," Kristen Stewart, pero el actor insiste que no es así. Son Edward y Bella los que están enamorados, no Robert y Kristen. "Hay que recordar que, en el escenario, nos están pagando para que nos enamoremos," explica. "Eso tiene muchas connotaciones."
Muy bien, ¿entonces él no es de los que susurran cosas dulces al oído? El actor dice que no.
"Lo más romántico que he hecho fue a los 14 años, cuando puse una flor en el casillero de una chica," recuerda Pattinson. ``Pero ella pensó que había sido otro chico y ese chico dijo que efectivamente había sido él."
"La vida," concluye Pattinson riendo, "no es como ninguna de mis películas."